Nos fuimos a vivir a la mega ciudad de San Pablo porque Lucho, graduado de Licenciado en Diseño Industrial, quería hacer un posgrado de Diseño de autos. Al final terminó haciendo unos cursos sobre el tema, por una cuestión de presupuesto y de tiempo. Pero llegamos a conocer la ciudad y amarla, al mismo tiempo nos fuimos justo antes de comenzar a odiar su caos e inmensidad.
¿Cómo fue irse a vivir a San Pablo?
Fue una lluvia de estímulos de todo tipo: ruidos, olores, colores, temperaturas, sensaciones. Tan fácil que parece el portugués! Antes de partir para Brasil, a menudo escuchábamos: vayan que lo van a “re” entender. Se olvidaron que en lugares turísticos es una cosa, pero en una ciudad donde todos tienen tiempos que respetar y todos andan apurados, es otra tema. Ni ellos ni nosotros entendíamos mucho. Vermelho al rojo, abóbora al zapallo, catraca al molino del metro, regata a la musculosa, chimarrão al mate. Expresiones como Nossa! Beleza! Legal! Para decir ok.
- San Pablo es una “ciudad de contrastes”. Condominios, mansiones, lujo… y al otro lado de la vereda, giramos la cabeza, caminamos unos pocos metros y nos encontramos con una extrema pobreza, basura, casas de cartón. Carteleras y actividades culturales extremadamente caras y programaciones de la misma calidad (o mejor aún) gratis. Un día 10°, otro 32°. A las 12 sale el sol y a las 12:05 es un diluvio.
- También es la “Cidade da Garoa” (ciudad de la llovizna/garúa), eso al menos nos habían contado antes de legar. Así es. Verdaderamente se precisa un guardachuva (paraguas) para andar por la ciudad porque de repente tenés el sol, y de repente una fina llovizna te rocía por completo.
- La mística del pueblo brasilero, conectado a una elevada espiritualidad, en contraposición a lo material, terrenal y mundano, hace que la personalidad y las energías de cada brasilero sean muy auténticas y alegres. Hasta la lengua resulta ser cantada!
- Turismo humano, calles embellecidas, paredes pintadas, artistas asomándose, crean una ciudad de la diversidad, bien cosmopolita, donde para cada persona existe una oportunidad. Y en ese instante se asoma una ilusión.
- Intervenciones urbanas que transforman lugares destinados a los autos de lunes a viernes en áreas públicas, un sinfín de ferias, música, danza, lugares llenos de arte y de expresión para un público que demande salir para la Rua (calle), contactarse, encontrarse y sentirse vivo. ¿Algún artista o curioso que quiera conocer un mundo lleno de arte? San Pablo sin dudas.
La historia ahí comenzó, en San Pablo, en esa ciudad de millones de habitantes, aún sin tener la Kombi, pero perdidos encontramos este camino de la aventura. Seguí nuestro viaje día a día por las redes!