Para mí Cartagena es una ciudad romántica y si bien no nos pasaron muchas cosas románticas, de hecho, destripé el celular en el suelo por un enojo, no quita que siga siendo una ciudad hermosa a la vista.
Pasamos nuestros días debajo de un árbol, al lado del Hotel Hilton (que no es lo mismo que en el propio hotel), con muchos viajeros a la espera del bendito cruce de Colombia a Panamá. Y digo bendito porque quien anda en vehículo y quiere cruzar de Sudamérica a Centroamérica, de los piratas del caribe no se salva. Aunque no nos podemos quejar, lo nuestro fue mínimo (conseguimos que nos crucen la kombi sin costo alguno) al lado de quienes debían pagar una cuantiosa suma de dinero. Y tampoco nadie se libera de lidiar con burocracias y el calor digno del caribe colombiano junto con los mosquitos que no dejan en paz. Y así nos levantábamos con el pie izquierdo.


Pero cuando la casa estaba de humor (es decir, si nosotros habíamos dormido bien la noche anterior), nos tomábamos un taxi compartido (mucho más económico que mover la kombi), nos dirigíamos a la “Ciudad Amurallada” y nos dábamos tiempo de conocer la ciudad indestructible, como la llamó Gabriel García Márquez, el famoso escritor colombiano.
Es uno de los destinos turísticos por excelencia del país y quisimos regalarte una guía con lo que hicimos en Cartagena y alrededores, para que armes la tuya propia. Porque esto es muy personal. Nosotros al menos casi no vemos ni leemos mucho de los lugares al llegar para tener una primera visión personal (y claro, después andamos tan perdidos que nos arrepentimos un poco).
#ADVERTENCIA 1: hace calor todo el año, la temperatura va de los 28 a 35° con un 90% de humedad. No se distinguen las 4 estaciones. Hay solo 2. De enero a marzo, y junio a agosto es la temporada alta (estación seca) y el resto del año es temporada baja (estación húmeda).
#ADVERTENCIA 2 (para viajeros en motor home): es muy difícil encontrar agua para bañarte, lavar los platos o beber. Éramos muchos los viajeros parqueados al lado del Hotel Hilton y conseguimos que el jardinero nos tire la manguera una vez por semana y aprovechábamos a llenar todos los bidones. Pero debe cuidarse hasta la última gota!!
#CONSEJO 1: si te vas a mover por los barrios clásicos, te recomiendo lo hagas a pie y sin rumbo fijo. Que te pierdas por las callecitas es lo mejor que te puede pasar. Caminarás mucho, pero es una ciudad tan bella que no te vas a dar ni cuenta. Si necesitas tomar un taxi, hacerlo en uno compartido, mucho más barato. Vimos a los locales hacer la seña del símbolo de victoria, con el dedo índica y medio, indicando que el viaje saldrá $2000 COL, lo intentamos y pagamos esa tarifa local.
#CONSEJO 2 (para viajeros en motorhome): para aliviarnos del calor íbamos caminando (unas 10 cuadras) al Shopping mas cercano, de paso íbamos al baño y veíamos los partidos del mundial de fútbol.
¿QUÉ COMIMOS?


- Pan de bono, almojábanas, pan de queso y pan de yuca. Ay dios mío, que cosa rica a cualquier hora del día!! Para acompañarlo con el mate, un café o un jugo porque suelen ser un poco atoradoras.
- Las arepas son también deliciosas. Solas, con queso o rellenas. A mí particularmente las de maíz blanco compradas en el súper que vienen en un paquete 10, no me gustan, suelen ser como la suela de un zapato. Elijo mejor las caseras echas por las “seños” en algún puestito callejero: son frescas y blanditas.
- Si sos dulcero, hay una calle especial para vos: la calle de los dulces, frente a la torre del reloj. Dale chance a todo tipo de cocadas: de arequipe (dulce de leche), de guayaba, maracujá, de leche.
¿QUÉ VIMOS?
CIUDAD AMURALLADA
Es un clásico tomarse foto con la torre de reloj y pasear por calles empedradas. Es el corazón de Cartagena, donde nace la historia. Pero no les voy a mentir, es la parte más comercial y pierde un poco la autenticidad.
Pero si vas a la ciudad, recorrerla es un imperdible. Hay muchas formas de hacerlo: a pie, en un tour, en carruajes. Cartagena es una ciudad llena de detalle y yo la elijo a pie (además con el mejor precio: gratis!).


PLAYAS DE CARTAGENA E ISLA BARÚ
Las playas de la ciudad no me parecieron caribeñas en absoluto. El agua era bastante oscura y revuelta. Seguía siendo tibia, pero no del color turquesa de las fotos que uno ve por internet. La playa más cercana de este tipo es Playa Blanca, en la Isla Barú. Que en realidad no es isla. Puedes llegar tranquilamente en bus, mototaxi o taxi porque hay un puente que conecta Cartagena con la Isla Barú.


Recomendadísimo conocerla y pasar un par de días desconectado de todo!! Para dormir tené en cuenta que no hay mucha infraestructura ni comodidades. No hay electriciad, ni wifi, ni agua caliente en la mayoría de los lugares.
Nosotros hicimos un voluntariado en “Urantia Hostel” (te contamos en esta nota) y pudimos hacer el tour de Bioluminiscencia nocturna, una de las cosas más bellas de este viaje! Nos llevaron en lancha al medio del mar y nadamos con organismos vivos, que hablando mal y pronto, producían luz de noche! Eran como estar en el medio del océano con collares luminosos, esos de fiesta de cumpleaños.
CASAMIENTO CARTAGENERO
Justo pasábamos por ahí cuando una de las tantas iglesias estaba en plena actividad. Un casamiento en la Catedral de Santa Catalina. Para casarse en Cartagena debes hacer malabares, necesitas meses de anticipación por la demanda que hay y por lo que nos contaron hay que aflojar la billetera. Estuvimos en el momento justo para presenciar el show. Nos sentamos en el cordón de la vereda, probamos las hormigas culonas santafesinas (que hay solo una vez al año) y a disfrutar!


Después del casamiento y las hormigas culonas, nos fuimos a la Plaza Bolivar donde muchas veces hay espectáculos montados para el turista.


GABRIEL GARCÍA MARQUEZ
A él no lo vimos, eso está claro (ojalá). Pero está la casa de él, aunque no fuimos. Hay un tour dedicado a su vida que tampoco lo hicimos, pero que me arrepiento porque amo conocer la vida de los artistas (y más de escritores). Así que si sos de las mías, es una buena opción para hacer.
GETSEMANÍ
Queda frente a la ciudad amurallada y es la otra cara de la ciudad. Un barrio afrodescendiente donde vivían los esclavos y las clases más bajas. Hoy recorrerlo significaa conocer lo más auténtico cartagenero, con la vida familiar en la calle y espacios públicos transformados (está lleno de murales y por eso ocupa nuestro lugar favorito).
En el barrio se escucha “La champeta”, el ritmo afro colombiano, una fusión y una manera de adaptar los mensajes y ritmos africanos al colombiano. Si tienes suerte habrá alguno bailando o tocando en vivo desde su casa.


ATARDECER SOBRE LA MURALLA
Ver el atardecer en el Café del mar sobre la muralla (algo muy aconsejado en guías de viajes) parecía un buen plan, pero lo precios eran inaccesibles, así decidimos sentarnos a un costado y por un tercio de ese precio comprarle una cerveza a los vendedores ambulantes y disfrutar del mismo sol.

